Únete a movimientos y campañas de concienciación, informa a las autoridades locales sobre problemas ambientales, exige medidas a quien corresponda. Tu voz es una herramienta poderosa: hacerla oír puede realmente marcar la diferencia.

Consumir menos carne y productos lácteos no es solo una elección saludable, también significa contribuir a reducir el impacto ambiental de la ganadería intensiva, responsable por sí sola del 14 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.

Ya sea por trabajo o por vacaciones, cuando planifiques tu próximo viaje piensa también en el impacto que tendrá en el medio ambiente: recuerda que los aviones contaminan mucho y que, a menudo, puedes sustituirlos por medios más ecológicos como el tren.

¿Estás seguro de que siempre necesitas usar el coche? Hay muchos desplazamientos que puedes hacer a pie, en bicicleta o utilizando el transporte público. Si realmente no puedes evitar usar el coche, opta por modelos ecológicos como los eléctricos o híbridos.

Hay muchos pequeños gestos con los que puedes reducir el consumo energético en casa: Ponte una prenda más y baja un par de grados la calefacción, apaga las luces cuando no se necesiten y los pilotos LED de los aparatos electrónicos, cierra el grifo mientras te cepillas los dientes, elige electrodomésticos eficientes.

Puedes participar en una de las muchas campañas para plantar árboles respetando los criterios de biodiversidad y especificidad territorial. También puedes llenar de verde tu jardín o balcón, defender los parques y las áreas naturales de tu zona, y cuidar jardines y espacios comunitarios.

Cuando hagas compras, elige dar tu dinero a empresas y marcas que adopten políticas sostenibles. Infórmate sobre sus programas y el origen de sus productos, y haz compras conscientes. Cada una de tus acciones puede tener un gran impacto.

Cada objeto que usas deja una huella de dióxido de carbono. Evita los productos de usar y tirar, compra artículos de segunda mano, reutiliza todo lo que pueda servir varias veces, repara los objetos que se rompen, dona lo que ya no usas, no desperdicies comida y evita las marcas que utilizan demasiado embalaje y plástico.

Habla con amigos y familiares sobre las decisiones sostenibles que tomas, sensibiliza a los demás sobre las cuestiones medioambientales y destaca los beneficios y el ahorro que conllevan. El impacto de cada uno de nosotros puede multiplicarse y llegar a ser realmente significativo.